Un nuevo año, un año bisiesto, así que 366 días. Me pregunto cuántos planes tenemos todos preparados. El 29 de febrero, es tradición en la cultura irlandesa que las mujeres puedan proponer matrimonio,al preguntar: “¿Te casarías conmigo?”

Aparte de eso, es simplemente otro año lleno de oportunidades y desafíos como todos los años anteriores.

¿Pero por qué siento de alguna manera que, con cada año que pasa, las cosas parecen diferentes? No solo porque tengo un año más, sino porque el mundo tal como lo he conocido está cambiando tan rápidamente. Hay tanta ansiedad e incertidumbre en el aire. Tantas malas noticias y noticias falsas que ya no sabemos en qué creer.

En tiempos como estos, es bueno recordar que Dios no cambia. Él es el mismo, ayer, hoy y siempre. Su amor por nosotros es inmutable. Sus bendiciones son nuevas cada mañana. Si nuestras vidas están ancladas en Él, sea lo que sea que enfrentemos este año, tendremos la seguridad de que Él está con nosotros.

Con eso, podemos enfrentar el futuro con esperanza y valentía. Cada día de este año es una oportunidad invaluable para dejar que nuestra luz brille en la creciente oscuridad. Así que seamos la sal y la luz que lleva esperanza y ayuda a muchos a nuestro alrededor que carecen de esta misma confianza.