Para profundizar en esta discusión, mira la entrevista completa con John Lennox y James Poulter.
Entrevista completa

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En la actualidad, la inteligencia artificial (IA) parece infiltrarse en casi todas las conversaciones de una u otra manera. Desde los negocios y el entretenimiento hasta la educación y la fe. Su creciente sofisticación está difuminando la línea entre las interacciones humanas y artificiales.
En el evento Digital Day 24, el profesor John Lennox, reconocido matemático de Oxford y apologista cristiano, conversó con James Poulter, Director de IA e Innovación en House 337, sobre las implicaciones éticas y teológicas que presenta la creciente influencia de la IA.
"Estamos entrando en un espacio donde casi todo lo que vemos, leemos, procesamos y observamos—incluso las personas con las que hablamos a través de pantallas—puede que ya no sea reconociblemente humano".
Ante esta advertencia, Lennox señala que la IA no solo desafía nuestra comprensión de la tecnología, sino que también está alterando las distinciones morales entre la verdad y la falsedad.
Como cristianos comprometidos con el ministerio digital, estas preocupaciones no son meramente teóricas. Debemos reconocer cómo la IA está transformando nuestra percepción de la realidad y aprender a navegar este nuevo panorama con sabiduría y discernimiento.
La IA y el desafío de la verdad.
Uno de los mayores riesgos de la creación de contenido impulsada por IA es su capacidad para crear realidades altamente convincentes pero completamente falsas. A través de tecnologías como el deepfake, voces generadas por IA y chatbots automatizados, las interacciones digitales están cada vez más pobladas por entes no humanos que pueden engañar, manipular e incluso inducir al error. Lennox destacó este desafío, haciendo referencia a preocupaciones planteadas por agencias de seguridad:
"Al final, simplemente no podremos diferenciar entre la verdad y la mentira, y eso genera problemas morales profundos".
Como cristianos, la verdad es fundamental. La Escritura nos recuerda que "la verdad os hará libres" (Juan 8:32). Sin embargo, la IA introduce nuevas complejidades:
Manipulación del contenido: Artículos, videos y publicaciones en redes sociales generados por IA pueden distorsionar la realidad, influyendo en la opinión pública de manera que socave la confianza.
Erosión del discernimiento: Cuando la IA imita la creatividad humana, ¿cómo podemos saber si un contenido tiene verdadera autoridad espiritual?
Redefiniendo la autoridad: Si los algoritmos pueden escribir prédicas, devocionales e interpretaciones teológicas, ¿cuál es el papel de la sabiduría humana en el ministerio pastoral?
Para enfrentar estos desafíos, es necesario que la Iglesia adopte un enfoque espiritual y éticamente fundamentado sobre cómo nos involucramos en los espacios digitales.
A pesar de estas preocupaciones, Lennox reconoció las aplicaciones positivas de la IA en la evangelización:
Acceso global al evangelio: La IA puede romper barreras idiomáticas, permitiendo la traducción en tiempo real de prédicas, estudios bíblicos y contenido cristiano para grupos no alcanzados.
Herramientas ministeriales: Las iglesias pueden utilizar herramientas impulsadas por IA para comprender mejor a su audiencia en línea y adaptar estrategias de alcance a sus necesidades.
Creación de contenido cristiano: La IA puede automatizar tareas administrativas, permitiendo que pastores y evangelistas se enfoquen en el discipulado y el cuidado pastoral.
Independientemente de su uso, el manejo responsable de la IA es esencial.
"Un cuchillo afilado puede usarse para una cirugía o para cometer un asesinato. Asegurémonos de usar estas herramientas para sanar".
Debido al impacto de la IA en la creación de contenido, es fundamental que los cristianos y líderes de la Iglesia se involucren activamente en su uso y evitar el limitarse a reaccionar pasivamente.
Aquí hay tres estrategias prácticas:
Forjando el futuro con sabiduría.
Desde la imprenta hasta la radio, la televisión e Internet, la Iglesia siempre se ha adaptado a los cambios tecnológicos. La IA presenta nuevos desafíos, pero también oportunidades para avanzar en la evangelización. La clave está en utilizar estas herramientas con sabiduría, ética y oración.
"La IA no reemplazará el evangelio. Es una herramienta, no la verdad. Nuestra misión sigue siendo la misma: compartir las buenas nuevas de Jesucristo con integridad y amor".
Ahora, más que nunca, debemos acercarnos a la tecnología con sabiduría y valentía. Aunque la IA moldea el mundo digital, no altera nuestro compromiso con la verdad, el amor y la conexión humana auténtica.
Para profundizar en esta discusión, mira la entrevista completa con John Lennox y James Poulter.
Sigue la conversación y explora la intersección entre misión y tecnología en Digital Day 25, que tendrá lugar en noviembre de 2025.